Actualmente, los puertos RJ45 tienen una gran variedad de funciones. Las más conocidas son servir coma base de conexión para las redes locales vía Ethernet y para los cables telefónicos normales.
En caso de que queramos conectar un dispositivo a este puerto que no dispone de puerto de entrada, los adaptadores son la mejor herramienta que podemos utilizar para simplificar el proceso. Es la opción más cómoda y más barata, porque no tendrás que comprar tarjetas de red integradas.
Es un cable que permite transformar un puerto Registered Jack 45 (RJ45) en un Universal Serial Bus (USB), o viceversa, según sea el caso. El adaptador mantiene la velocidad de transmisión original y es una alternativa portátil a las tarjetas de red integradas.
Aunque un adaptador RJ45 a USB puede ser utilizado en varios contextos, generalmente se utiliza para conectar de forma directa un cable Ethernet a un ordenador que no cuenta con este tipo de puerto (porque se encuentra dañado o porque no ha sido añadido por el fabricante, en el caso de los ordenadores portátiles modernos).
Retomando la idea anterior, cada vez es más común que los desarrolladores prescindan de ciertos elementos para poder mejorar el diseño de los equipos, algo que también ha sido común en los móviles al eliminar la entrada para jack).
En estos casos, y en el supuesto de que se disponga de una conexión de red con cable, la compra de un adaptador será de gran ayuda para poder establecer una conexión directa.
Por otro lado, también es común que con el paso del tiempo estos puertos se averíen si se utilizan poco o nada. Si es tu caso, entonces puedes usar tus puertos USB para sustituirlo.
Resumiendo sus principales beneficios prácticos, la siguiente lista recoge sus características más singulares:
Si ya te has decidido a comprarlo, es importante que tengas en cuenta un factor importante: el extremo USB del adaptador debe ser de 3.0. De esta manera, te estarás asegurando de que la velocidad con la cual se transmite la información es la adecuada con los estándares actuales.
Otro punto a considerar es la compatibilidad del adaptador con el sistema operativo del ordenador. Generalmente, la mayoría es compatible con los controladores de Windows de forma nativa, pero no sucede lo mismo con los drivers de macOS. Esto también sucede con GNU/Linux y con otros sistemas adicionales.
Por último, ten presente también la longitud del cable RJ45 a USB. Aunque las opciones más cortas pueden parecer a primera vista más cómodas, las que disponen de un par de centímetros extra pueden ser de gran utilidad en algunos casos puntuales.